contador de visitas gratis El campo argentino y su relación con la política económica: Nadando contra la corriente - VilMetal.com.ar

El campo argentino y su relación con la política económica: Nadando contra la corriente

El campo argentino y su relación con la política económica: Nadando contra la corriente

trigo

Juan Manuel Garzón sostiene que existe un problema en dicho vínculo: «Tanto la política económica como el contexto macroeconómico han sido factores adversos para el sector y para los exportadores de productos de base primaria durante largos períodos de los últimos 70 años».

Desde siempre el sector agropecuario argentino busca un destino grande. Lo hace con tenacidad y persistencia, a pesar de todo. Los resultados obtenidos han sido alentadores en algunas subactividades del sector, caso del protagonismo mundial logrado por el complejo sojero – aceitero o el del clúster manisero, pero muy decepcionantes en otras, en particular si se considera el estancamiento de la lechería y el retroceso de la ganadería bovina.

El problema es que tanto la política económica como el contexto macroeconómico han sido factores adversos para el sector y para los exportadores de productos de base primaria durante largos períodos de los últimos 70 años.

Podría ilustrarse diciendo que el sector habitualmente nada en contra de la corriente. En algunos momentos, esta corriente amaina, como sucediera a mediados de los ’90 o a en los primeros años de la etapa del actual gobierno, en otros, las aguas amenazan con llevarse todo por delante, como está pasando hoy, con números muy negativos en muchas economías agropecuarias y regionales, sometidas por una combinación de elevada presión tributaria y costos récords de producción y transporte. La corriente anti campo tiene distintas vertientes que la abastecen, algunas provienen del frente económico, tienen cierto fundamento y por lo tanto vale la pena analizarlas, otras se corresponden con ideologías menos precisas, resentimientos históricos no superados, prejuicios sobre el hombre de campo, sus creaciones e intereses. El argumento más frecuentado para atacar al sector desde la biblioteca económica considera que tener una abundante dotación de recursos naturales es una “maldición”, una especie de carga para la economía. Más riqueza natural significa ser más pobre (un oxímoron que desafía el sentido común), al verse limitadas las posibilidades de desarrollo de la economía.

(informe completo acá)

fuente: IERAL

 

 

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