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Tres razones para comprar un auto importado y tres para no hacerlo

La venta de vehículos es uno de los pocos sectores que se vio beneficiado por el cepo al dólar. Con la difusión de los patentamientos récord de cada mes, se repite la idea de que se trata de un buen negocio, especialmente en el caso de los automóviles importados. ¿Pero cuánto hay de cierto en esa idea? Una lista de razones por las que puede ser un negocio conveniente y otra igual con argumentos para no hacerlo, para que pongas en la balanza y decidas en función de tu cartera.
Primero una aclaración de cómo ha funcionado en los últimos años el mercado de precios de nacionales vs. Importados: los vehículos se importan al precio del dólar oficial, por lo tanto, su valor se ajusta por la devaluación de la moneda que en los últimos cinco años ha estado por debajo de la inflación. Los autos nacionales se ajustan por la suba de precios internos y subieron más que el dólar.
Entonces, a partir de ahora qué es mejor:
Tres razones para comprar un auto importado
1.- Si considerás que el dólar oficial va a seguir devaluando a una ritmo del 30% por año y la moneda va a costar 9,88 pesos en dos años, la caída del peso hará que en dos años puedas vender tu auto importado usado a un valor en pesos superior al que lo compraste cero kilómetro.
Por ejemplo, el importado más barato del mercado es el Chery QQ que cuesta 11.300 dólares o 66.105 pesos. El mismo auto con dos años de uso vale 8.500 dólares y a un dólar de 9,88 pesos proyectado a 2015 serían 84.035 pesos. Tenés una ganancia del 27 por ciento.
En cambio, en el mismo rango de precios, un Chevrolet Classic cuesta hoy 78.500 pesos y usado dos años pierde el 20% de su precio. Si los vehículos nacionales ajustaran su precio a una tasa del 15% anual, en 2015 el Classic usado costaría 82.000 pesos. Saldrías empatado.
2.- Si tenés dinero en dólares ahorrados y pensás destinarlos a comprar un vehículo, esos billetes se venden en el mercado paralelo a 9,70 pesos. Por lo tanto, el vehículo que cotiza a 11.300 dólares oficiales y se compra a 66.105 pesos puede comprarse vendiendo sólo 6.814 dólares. Ese formato se vuelve más atractivo con vehículos más costosos. Una lujosa camioneta Audi Q5 vale 62.600 dólares y se paga con 366.210 pesos, que a dólar paralelo serían 37.750 dólares.
3.- Los vehículos importados de alta gama tienen habitualmente tres años de garantía, lo que te asegura que ante una falla tendrás una cobertura por encima de la que ofrece el promedio del mercado. Aunque hay que admitir que varias marcas que producen localmente ya han sumado este tipo de cobertura.
Ahora, para contraponer en la balanza, tres razones para no comprar un auto importado.
1.- Si la devaluación del peso en los próximos años es superior al 30% anual la cuenta del ejercicio anterior sería más beneficiosa, pero eso es sólo considerando las cosas técnicamente. En la práctica, si el precio del vehículo en pesos se sale del mercado por resultar demasiado caro frente a la competencia nadie va a comprarlo y tenderá a bajar. La cuenta no es lineal.
2.- Para los que tienen la posibilidad de comprar un auto vendiendo dólares en el mercado blue, la tentación de adquirir un vehículo más costoso del que utilizaban habitualmente es muy grande. El riesgo de eso es que el mantenimiento, el patentamiento y el seguro del vehículo serán más caros también y consumirán la ganancia que se proyectaba en pesos en función de la devaluación de la moneda.
3.- Es cierto, como te explicamos en las razones de por qué si comprar un importado, en pesos puede que en dos años hayas obtenido una ganancia del 27% como lo reflejaba el caso del Chery QQ. Ahora, si ponés los 66.105 pesos del vehículo en un plazo fijo al 19% anual obtendrías en dos años 93.611 pesos y una ganancia de punta a punta del 41,6 por ciento. Es decir, es mejor negocio un plazo fijo con tasas por debajo de la inflación que comprarte un auto y esperar a que la devaluación te lo pague.
Si querés darte el gusto de comprarte un importado, probablemente ahora sea la oportunidad, pero no repitas por ahí que lo hiciste porque es un gran negocio. Ya sabés que no es tan así.

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